Cambio de perspectiva
Fue en 2002, un martes cualquiera pero muy importante y especial, por que daría comienzo a la transformación de mi espíritu, mente y cuerpo. Como cada mañana alrededor de las 7:00 am, de aquella época hace ya mas de unos 17 años, en la que asistía a la Escuela Continental de Tai Chi Chuan Guatemala, de mi grande y querido maestro Tong Chi King, para seguir con mi aprendizaje y prácticas bajo su dirección y apoyo, que disfrutaba tanto y que cada vez me hacía sentir mejor y mas fuerte en todos los sentidos y aspectos de mi ser.
En lo espiritual, las prácticas y aprendizaje del Tai Chi Chuan en el inicio y hasta la fecha, me aportan, un enorme sentimiento de felicidad, seguridad, tranquilidad y paz interior al mismo tiempo que me hace sentir uno con todo el universo y su energía divina, creadora de vida y de todo lo que se expande, se transforma y se desarrolla en el.
En lo mental, las prácticas y aprendizaje del Tai Chi Chuan en el inicio y hasta la fecha, me aportan, un enorme grado de concentración de mi mente y conciencia plena, a su vez que fortalece mi memoria, claridad de pensamientos y de la información que se procesa dentro de ella, a su vez que logró una enorme capacidad de visualización y dirección de mis pensamientos hacia la generación de la información mas útil y que mas necesito para diseñar mi futuro y afrontar de la mejor forma mi presente.
En lo físico, las prácticas y aprendizaje del Tai Chi Chuan en el inicio y hasta la fecha, me aportan, un enorme incremento de mi energía vital, fortalece mis huesos, tendones y articulaciones, desarrolla y mantiene mi flexibilidad, me ayuda a recuperarme rápidamente de lesiones, golpes, bloqueos o desequilibrios y a prevenir los mismos. Me ayuda a tener mejor coordinación y elegancia en mis movimientos al mismo tiempo que beneficia la circulación de mi sangre por todo el cuerpo beneficiando con esto el funcionamiento correcto de todos mis órganos internos en general. La respiración se vuelve natural, fluida y serena, lo que beneficia también con la estabilización del sistema nervioso central y esto potencia el gozo de una buena salud.
En lo social, el Tai Chi en el inicio y hasta la fecha, me ha ayudado a mejorar enormemente con todas mis relaciones personales, profesionales o no, me ha vuelto una persona de gran paciencia y comprensión hacia los demás, me ayuda a siempre ver las cosas desde varios ángulos y no solo el que tal vez crea que es el mas conveniente para mi persona. Las prácticas y el desarrollo del Tai Chi, me dan una gran motivación, sentido e inspiración para sentir la obligación y necesidad de ayudar a todo aquel que me lo pida.
Y así mis queridos amigos, podría seguir escribiendo cientos de líneas y aspectos positivos que las prácticas habituales de este maravilloso arte marcial interno trascendental del Tai Chi aportan a mi vida y mi ser en su totalidad universal.
Pero el motivo primordial de esta entrada es básicamente para contarles del día en que mi maestro Chi Kin Tong como también le solíamos llamar, me hizo ver las cosas de otra manera, logrando con esto ayudar a mi propio ¨CAMBIO DE PERSPECTIVA¨.
Ese martes como les comente anteriormente, llegue a la escuela a la hora que tenía que estar ahí, esa mañana para mi sorpresa y digo sorpresa ya que nunca había pasado antes en todo el tiempo que tenía de asistir a la escuela continental de Tai Chi, que el maestro no había llegado aún.
El maestro Tong, siempre estaba en la escuela antes de que nosotros todos sus alumnos en aquel entonces llegáramos. Llegábamos a la escuela y el normalmente nos recibía con su entusiasmo y energía positiva que lo caracterizaba cada mañana antes de empezar el entrenamiento y clase habitual.
Pero esta mañana no fue así, no contábamos con su presencia al momento de llegar a la escuela. Fue extraño pero luego de pensar un par de tonterías presuponiendo el por que aun no había llegado, decidí y sentí la necesidad de comenzar y ponerme a entrenar.
Y así lo hice.
Di comienzo a mi entrenamiento habitual, y comencé a practicar la forma de Tai Chi Chuan (Hand Form) desde el principio.
A estas alturas de mi desarrollo en el aprendizaje de la forma ya iba por la Quinta parte de una forma de 6 partes. Cada parte tiene un número determinado de movimientos y posiciones del Tai Chi, que se practican de manera lenta, relajada, continua y fluida como me lo había enseñado el maestro.
Cuando vas por la quinta parte de esta forma quiere decir que ya as logrado avanzar y tu nivel de conocimientos a aumentado notablemente. Estaba entonces entrenando y de pronto me di cuenta y me percate de que los demás alumnos en su mayoría mujeres, me estaban siguiendo en la práctica. Bueno, para ser sincero, sentí algo raro y un poco molesto del hecho de que me estuvieran siguiendo, pero al final no le di mayor importancia y seguí mi práctica de Tai Chi completamente concentrado en lo que estaba haciendo.
Al poco tiempo de estar entrenando, el maestro por fin apareció por la escuela. Todos sentimos su llegada y nos íbamos a detener, pero el antes de que detuviéramos la práctica, nos dice en voz medio alta: No, no no, seguir practicando! Bueno, yo en lo personal me sentí contento de que cuando él llegó todos ya estábamos practicando el Tai Chi.
Después, él tomó las riendas de la clase y comenzó con sus enseñanzas para ese día. Al terminar la clase y entrenamiento de esa mañana, todos nos comenzamos a cambiar y nos preparamos para salir de la escuela. Cuando íbamos saliendo, el maestro me dice:
Fausto, espere! Quiero hablar con usted!
Yo un poco sorprendido, me detuve y le dije:
Claro maestro, ¿en que te puedo servir? Entonces el maestro se acerca, se para ante mí y me dice con un tono de mucha seguridad, entusiasmo y alegría con estas palabras que jamás olvidaré:
Fausto! Usted muy bueno para enseñar Tai Chi.. Y sigue; Yo dar curso especial para enseñar Tai Chi, enseñar a enseñar Tai Chi, y luego me dice con sonrisa él el rostro:
Pagar un poquito más, pero yo dar un curso especial, enseñar a enseñar Tai Chi y luego le daré un diploma con mi firma, con sellos de oro y el respaldo de China y de la escuela continental de Tai Chi Chuan, para que usted pueda enseñar en los cinco continentes si lo desea.
A continuación yo me sentía muy halagado, pero cuando terminó de hablar, inmediatamente le respondí:
Con toda sinceridad maestro, te agradezco mucho por lo que me dices, pero yo nunca me imaginé dando clases. Yo he dedicado mis entrenamientos y el aprendizaje de artes marciales, únicamente para competir y poder ser el mejor del mundo peleando y luchando.
Y el me responde con serenidad y cara sonriente:
Deje de luchar y pelear Fausto, ya ganó y perdió suficiente batallas y peleas me dice. Ahora se está recuperando de una lesión fuerte en su rodilla.
Y continúa, deje de golpear a usted mismo y a los demás. Dediquese a enseñar y a ayudar a otros a mejorar.
Y repite: Usted muy bueno para enseñar Fausto!
A continuación luego de un breve momento de pausa y rápida reflexión, le respondí:
Gracias maestro, muchas gracias. Me siento halagado ya que eres un famoso y gran maestro, y por ello y por todo lo que hasta ahora me aporta el Tai Chi, deseo aceptar tu propuesta y quiero hacer el curso para aprender a enseñar Tai Chi y los aspectos fundamentales y básicos que se deben observar a la hora de la enseñanza para que los alumnos a los que transmita este valiosísimo conocimiento lo reciban con honestidad y de la manera mas tradicional y pura que sea posible.
Entonces el comienza; Muy bien Fausto, primero que nada debemos comprender que el Tai Chi esta compuesto por dos aspectos fundamentales que son: La Parte Teórica (el pensamiento taoísta) La Parte Práctica (las formas de Tai Chi) Y que si solo sabemos forma sin teoría, solo dominaremos el 50 % de lo que realmente es Tai Chi Chuan. Así es que para dominar el 100 % del arte marcial del Tai Chi Chuan, hay que saber tanto la teoría como desarrollar la práctica.
Al terminar esta conversación, me despedí del maestro lleno de satisfacción y con gran entusiasmo, salí de la escuela y una vez mas ese sentimiento de enorme felicidad y gratitud con todo el universo. Posteriormente durante los siguientes dos meses el maestro se dedicó a enseñarme cómo ser un buen profesor de Tai Chi Chuan y yo me dedique a aprender y aprovechar al máximo de sus enseñanzas.
Me gradué de mi querida Escuela Continental de Tai Chi Chuan en agosto del 2002, recibiendo mi diploma de graduación por lo que había cursado y además mi querido maestro me dio un certificado de agradecimiento de parte de la escuela continental de Tai Chi Chuan por mi valiosa contribución en el desarrollo del Tai Chi en Guatemala. Ambos diplomas los guardo hasta la fecha con gran cariño, orgullo y agradecimiento.
Desde ese entonces llevo ya casi mas de 17 años en los que nunca he parado de enseñar Tai Chi y en seguir aprendiendo mas cada vez. Y para serles sincero amigo, al parecer nunca dejaré de aprender.
Y eso es tal vez lo mas bello y maravilloso de este camino de sabiduría de vida que amamos y a la que llamamos:
TAI CHI ..
🙂
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